miércoles, 13 de junio de 2018

azucenas



Escucho latir el corazón de mi madre
En el cáliz de las azucenas.
Y eso me tranquiliza.
Su fragancia me recuerda 
el olor de su piel 
y de su grifa cabellera. 
Y eso calma mi alma. 
Por eso siguen ahí, junto al pozo 
En el rincón florido del huerto

Como cada primavera.










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