romance
huerta y charco Vaquilla
Atención noble auditorio
todo el orbe se sorprenda
mientras mi lengua declara
la más reñida pelea
que ha sucedido en Vaquilla
del modo que aquí se cuenta
entre dos fieros amantes
que querían a una hembra.
El uno era su marido
casado estaba con ella
el otro es un querendón
de los que abunda la tierra.
El decir aquí sus nombres
poco importa que se sepan
cada cual de donde viene
su cualidad y nobleza.
Su legítimo marido
se llama Modesto Cercas
Este criado y nacido
en la Aldeacentenera
de padres pobres y honrados
y de dos familias buenas:
Su madre de los Solises
y su padre de los Cercas.
Él es un hombre de bien
de los pies a la cabeza
pero fue tan desgraciado
le guió tan mala estrella
que desde niño empezó
a pasar la pena negra
pues siendo de corta edad
Dios sin su madre le deja
y luego a los pocos años
del todo huérfano queda
con otros cinco hermanitos
que sufren las mismas penas.
Modesto que es el más chico
como es natural y regla
siempre le tocaba el mocho
de bailar con la más fea.
Se crió con buen trabajo
con escasez y pobreza
hasta que pudo por sí
él ganarse la corteza.
Luego que se hizo hombre
y se le inclinó la oreja
ha tratado de casarse
que nunca jamás lo hiciera.
Se enamoró de una niña
remilgada y peripuesta
de esas que peinan boleros
monigota y pinturera
amiga de hacer favores
Dios premie a quien los merezca
amada de sus amantes
querida de quien la quiera
pues para mi no echen sopas
que no me gusta la cena
pues suele salir picante
amargosa e indigesta.
Pero al fin ya se casaron
sea lo que Dios quisiera
salga bien o salga mal
a nadie pedirán cuentas.
Habitaron en Trujillo
y se han trasladado a la Aldea
y en el sitio de Vaquilla
han arrendado una huerta
donde sembraban patatas
judías, nabos y berzas
con tomates y pimientos
pepinos y berenjenas.
Allí pasaron la vida
trabajando en su faena
hasta que su mala suerte
por allí ha dado la vuelta
y la ha empujado a un camino
a una senda o vereda
que a la verdad no era el suyo
ni por ensoñación siquiera.
Dejemos aquí a Modesto
y a la señora Modesta
y vamos al querendón
que le dejamos en puertas.
Aqueste era un portugués
residente en estas tierras
avecindado en Trujillo
ciudad noble rica y bella.
Se llamaba Joselito
o señor José Ponderas
mas yo no sé su apellido
pongo lo que al verso venga.
Él ya estaba casado
con una mujer muy buena
más bien diré descasado
y hablaré con más certeza
pues aunque tenía mujer
poco habitaba con ella
y lo poco que habitaba
era su perdición de ella
pues andaba el Santo Cristo
y la Virgen de Palerma.
Él de oficio carpintero
ebanista de primera
pero los buenos maestros
tienen otras consecuencias
que todos los más son borrachos
y amigos de churripelas.
No le pasó así a don Pepe
según nos dice la muestra
pues no le gustaba el vino
ni aunque fuese de la sierra
ni el Riscal ni el de Jerez
aunque estuviera en botella
ni tampoco le gustaban
las hijas de Adan y Eva.
Yo no llegué a conocerle
pero por noticias ciertas
dicen que era un angelito
desde el rabo hasta la oreja.
También tenía Pepito
relaciones muy estrechas
con la suegra de Modesto
y la señora Modesta.
Lo cierto es que dispuso
hacer un viaje a verla
desde Trujillo a Vaquilla
que estaba a más de seis leguas.
Algún interés tendría
el señor José Ponderas
para hacer este viaje
sólo por venir a verla.
Y para hacerlo más pronto
y con mejor conveniencia
tomó un caballo en arriendo
pagando cuatro pesetas.
El veintiocho de mayo
vino a dormir a la Aldea
a la posá de la plaza
y dijo a la mesonera
que pasaba a Guadalupe
a cumplir una promesa
y la Virgen que iba a ver
es la señora Modesta.
Y ahora Juan Mariscal
a esta plana primera
da fin y en otra segunda
daré noticias enteras
y enteraré a mis lectores
con claridad y certeza
de donde vino a parar
el señor Jose Ponderas.
Ya en la primera parte
dije que el señor Ponderas
el veintiocho de mayo
vino a dormir a la Aldea
y el veintinueve salío
bien cabalgado en su bestia
preguntando por Vaquilla
por el molino y la huerta.
No faltó quien le dijese
por dónde va la vía recta
y en el medio del camino
se encontró con la Modesta
que venía para el pueblo
a vender sus frijoleras.
Allí le estuvo esperando
hasta que ella dio la vuelta
y los dos se fueron juntos
con dirección a la huerta.
No fueron por los caminos
que fueron por las veredas
por en medio de los montes
por quebradas y cavernas.
Allí hablaron lo que hablaron
hicieron lo que quisieran
de eso a mi nada me importa
y sin cuidado me deja
que con su pan se lo coman
que yo no les pido cuenta.
También dispuso Pepito
llegar él solo a la huerta
para hacer ver a Modesto
que no le había visto a ella.
Lo hicieron como lo dijo
y se adelantó Ponderas
antes de que ella llegase
como cosa de hora y media.
Modesto de que le vio
meneando la cabeza
hizo un gesto con la boca
como el que hace una mueca
y se dijo para sí
con mal humor y rachera:
“¿A dónde ira este zopenco?
¡Qué tío más sinverguenza!
Este bruto, este canalla
no viene con buena idea.
Sin duda viene a matarme
para llevarse a la hembra.”
Se estuvieron saludando
pero el tal Modesto Cercas
se quedó como asombrado
desde que llegó Ponderasporque no iguala con él
en humanidad ni fuerza.
Y cuando estaban en esto
es cuando ha llegado ella
se estuvieron saludando
como si entonces se vieran.
¡Qué bien nos dice el refrán:
“tras de cuernos, penitencia”!
¡Qué bien hacía el papel
el señor Jose Ponderas!
Estuvieron merendando
y dispuso que cogieran
una carga de lechugas,
fuera Modesto a venderla
para quedarse de gallo
solo en la choza con ella
y tomar a su deseo
lo que mejor conviniera.
También dispuso Pepito
que cogiera la escopeta
se fuera a matar un pollo
para tener buena cena.
A un chiquillo que allí estaba
también mandó que se fuera
y de que tardaba en irse
hasta le ha tirado piedras.
Modesto, muy sospechoso
por un cerro dio la vuelta
viniendose para el chozo
y se escondió en la burrera.
Allí estuvo escuchando
lo que en la choza conversan.
Oyó decir a don Pepe
haciendole mil ofensas
que se marchase con él
y que dejase la huerta.
Ella dice:”¿Y mi Modesto?”
Él respondió con fiereza:
“A Modesto le matamos
y tú vas donde yo quiera.
Nos vamos a Buenos Aires
a donde nadie nos vea.”
Ella a todo se negaba
y se ha enfadado Ponderas.
Alzó la mano y le dio
una bofetada tan recia
que estremecieron el cauce
chozo, molino y la huerta.
Modesto como una fiera
se corre para la puerta
y le dice:”Vil cobarde,
a una mujer no se pega.
¿No sabes que las mujeres
nunca tienen más defensas
que los ojos para llorar
y la boca pa hacer muecas?
A quien se pega es a mí
si te he hecho alguna ofensa.”
Los rivales se disputan
por ver quién se lleva la presa.
Modesto le agarró
del caño de la escopeta
y el arma se ha disparado
dandole el tiro a Ponderas
en medio de la garganta
por la mandíbula izquierda.
Don Pepe cayó al suelo
de rabia bufa y patea
y él dice :”Bien muerto está.
Ya estoy libre de esta fiera.
Si me agarra me hace trizas.
Esto es una pantera
con más fuerza que un león
y más sangre que una hiena.”
Llamaron al molinero
para que vaya a dar cuenta.
Ya va el molinero al pueblo
y con él vino la suegra
Dio cuenta a la autoridad
de lo que pasa en la huerta
Vino el juzgado al instante
y con él una pareja
y don Eduardo Manzano
que va de jefe con ella.
Cuando al cadáver llegaron
estaba Modesto Cercas
tan tranquilo y sosegado
sentado a su cabecera.
Le dice el cabo Manzano
con voz respetable y recia:
“¿Pero Modesto qué has hecho?”
“Bien clara está la respuesta
lo que él quería hacer conmigo
aquí en esta noche negra
para robarme a mi esposa
por voluntad o por fuerza
pero echó la cuenta mal
y no le salió la prueba
porque ha venido a por lana
y trasquilado se encuentra.
Él pensó matarme a mi
y ha salido viceversa
que el que anda en malos pasos
si no resbala tropieza
y este ha dado un tropezón
que en el suelo dio de jeta".
Volvió a repetir el cabo
con palabras ya muy serias
“Pero tú irás a la cárcel”
“Iré donde ustedes quieran.
Mejor quiero ir a la cárcel
y cargado de cadenas
que no ir donde él quería
a aquel charco de cabeza.”
señalandoles el charco
que está en frente de la huerta
que dicen es el más hondo
que hay en toda la ribera.
Modesto les ayudó
a cargarle en una bestia
Todos se vinieron juntos
con dirección a la Aldea
Don Pepe fue al cementerio
por toda la vida eterna
Modesto fue a la cárcel
la causa fue a la Audiencia.
Escarmentad querendones
no vivais a rienda suelta
que los bienes de mujeres
traen muy malas consecuencias
Sansón por una mujer
perdió sus gracias y fuerzas
y Adán por una mujer
incurrió en la primer pena
que una mujer fue la causa
que su esposo se perdiera
que una mujer fue la causa
que don Pepito muriera
que no hay perdición en el mundo
que por mujeres no venga.
Alerta, alerta mujeres
y adelantad a la enmienda
y pedid a Dios perdón
para Pepito Ponderas
que la autoridad perdone
al señor Modesto Cercas.
Y ahora Juan Mariscal
joven de más de setenta
pide al público perdone
todas las faltas que tenga.
Aldeacentenera
Molino Vaquilla