jueves, 24 de noviembre de 2011

¿DÓNDE?

¿Dónde mi Amada que no se llega?

Donde las esquilas de los rebaños rompen el alba.
Donde los pétalos de la peonía.
Susurra el aire.
Donde el amarillo de la oropéndola
En vuelo esquivo cose el follaje del robledal.

¿Dónde mi Amada que no se llega?

Donde el trinar de la alondra duerme las mieses.
Donde la sangre de la amapola.
Susurra el aire.

Donde el lento galápago en fresca orilla
Tiende su escudo de cancho al sol.
Donde los ojos de las ciervas de espesa umbría.
Susurra el aire.

Donde tus pies descalzos
Las parvas trillan en las eras del ocaso.
Donde el calor de la lumbre
Espanta el miedo que trae la noche.

¿Dónde mi Amada que no se llega?
Susurro al aire.



domingo, 13 de noviembre de 2011

señorío



Cambia tu curso, arroyo cristalino.


Devuelve la imagen del que fuera otrora el Señor de la Umbría.


El fluir del agua arrastró consigo el reflejo de su antiguo porte.


Vida eres sin memoria, arroyo.


Y tú, viejo castaño,  memoria  de una vida eres.

lunes, 31 de octubre de 2011

el vale

Cogió su ropa y se vistió a oscuras aprovechando las ráfagas de luz que ya punteaban el azul de las paredes.
Con un sentimiento de expulsión salió a la calle.
Ya en el portal cerró los ojos y alzó su rostro hacia el sol de la mañana.
Parecía absorber todos sus rayos con la sensación de que quizá nunca más volviera a sentir aquel calor.
Respiró saboreando la intensidad de su propio placer y se alejó calle abajo con paso lento y seguro.

-Pasé toda la noche a tu lado.
-Llegué a tocar tu cuerpo perfecto con mi mente.

Él se acurrucó al susurro de aquella voz que le lamía hasta el punto de hacerle sentir un extraño cosquilleo.
Cuando todo acabó durmió plácido, con sueño de niño chico y travieso. Morfeo pintó una sonrisa en la comisura de sus labios que le duró toda la noche.


Ella dijo buenas noches y al otro lado el silencio apagó su voz. Cubrió su alma desnuda bajo el tibio calor del edredón de lana.
Quiso exprimir el momento con la certeza de que todo aquello había ocurrido realmente. El pensamiento invocó de nuevo a los sentidos y con ellos esta vez llegó el deseo.
Y luego el sueño…
La despertaba el penetrante aroma de unos lirios inmaculados sobre su mesita de noche. Junto a ellos había unos trozos de papel que recogía uno a uno. Recomponía todas las piezas. Las leía. Era un vale todavía no caducado que otorgaba al portador el derecho a besar sus labios.
No sabía si lloraba o reía.
 Si un día apareciera, incluso aunque se fuera pronto ...


En la oscuridad de su alcoba nunca antes compartida cogió su ropa y se vistió.



domingo, 24 de julio de 2011

Horóscopo celta


Aprovecha el simbolismo de tu árbol regente para sortear las dificultades de la vida.

10 de marzoEstás bajo la protección del Sauce . Es tu árbol regente.
Virtud: Melancolía. Color de Suerte: Dorado. Animal: Serpiente.

El Sauce es símbolo del pensamiento constructivo y la magia.
El Sauce Llorón es hermoso pero triste, romántico, lánguido, flexible y emocional. En femenino, es tremendamente atractivo por su dulzura, su ternura y su capacidad para escuchar los problemas ajenos.

Eres una persona bella pero melancólica, atractiva, sociable, honesta.
Amas las cosas bellas y de buen gusto, disfrutas de los viajes y la comodidad y posees una gran intuición. Los sauces, en general, son muy atractivos para el sexo opuesto, soñadores sin descanso, suelen ser caprichosos, y a pesar de que pueden ser influenciados, en ocasiones, son personas difíciles para convivir y pueden mostrarse demasiado exigentes.

En general, sufren en el amor si no encuentran sustento adecuado en su pareja.
Se muestran muy comprensivos con los defectos ajenos, son valerosos y tienen alma de viajero, aunque también pueden ser muy hogareños.
Su excelente intuición les augura buen éxito en los negocios, y muchas veces, por su encanto y atractivo natural triunfan como modelos o actores.

Los Sauce poseen la belleza melancólica que es común en Cáncer, suelen tener una capacidad de entender muy atractiva para las personas que les rodean, son muy empáticos, y aman las cosas bellas y de buen gusto, no son pragmáticas pero tampoco viven de la ficción, saben dónde se encuentran pero prefieren las cosas bellas de la vida, antes que la prosaica y polvorienta realidad.

Les encanta viajar, y aprender de culturas y personas diferentes, son soñadores, pero no les gusta plasmar esos sueños en la realidad.
Se pueden tornar caprichosos en extremo pero nunca arbitrarios, siempre se dan cuenta de su falta de tacto y rectifican, pues son personas sanas y muy honestos en sus relaciones, pero es muy complicado convivir con ellos, sus sueños suelen estar muy alejados de lo que sucede en el día a día y no les gusta someterse a ese desgaste.

Correspondencia con el zodiaco:
Son Sauce Piscis los nacidos entre el veintiocho de febrero y el diez de marzo. Estos Sauces son muy sentimentales y suelen tener exacerbado el sentido del drama propio de Piscis, les cuesta encontrar el equilibrio en el amor.
 El sauce llorón posee la facultad de presentir algunos acontecimientos a causa de su aguda sensibilidad y de su intuición.

Los nacidos bajo la regencia del Sauce son personas vulnerables, individualistas y eróticas. La honradez y la sinceridad son sus virtudes. Soñadores y sentimentales, suelen sentirse incomprendidos y poco valorados por lo que necesitan sentir más confianza en ellos mismos.

Tanto hombres y mujeres poseen un gran magnetismo. Como pareja no son sencillos, escapan al compromiso, se inclinan por los amores imposibles a sabiendas que seguramente sufrirán.

Cuando logran estabilizarse afectivamente son muy fieles y aflora un profundo sentido de familia, por su espíritu protector, siendo excelentes madres y padres.

Su pareja debe ser alguien imaginativo, que interprete el fértil mundo interior del sauce y poseer los pies sobre tierra para contrarrestar el espíritu soñador por lo que un poco de carácter fuerte al lado del sauce es necesario.



sauce llorón . MONET

Siempre debes tener en cuenta que lo primordial en el estudio de las características arbolares nace de la observación y conocimiento de cómo somos interiormente.
Nuestro organismo, y por ende nuestra mente, se ven altamente favorecidos si establecemos contacto con los árboles, aumentando nuestra vitalidad y salud gracias a ellos.
El prana es la energía vital que todos los seres vivos poseemos y podemos intercambiar.
Las antiguas civilizaciones creían que cada árbol poseía un tipo de energía específica.

Los Celtas supieron hacerlo, obtuvieron la fuerza y el remanso en su tronco, a través del abrazo al árbol regente, cuando flaqueamos, perdemos ímpetu, en los períodos de preocupación, o la desolación o la enfermedad nos invaden, volcando en el abrazo a nuestro árbol, los conflictos, angustias y pesares para recibir a cambio - la fuerza energética - que fluye por la savia de su tronco.
 

ABRÁZATE A TU ARBOL
Desde la antigüedad ya se sabe que cada árbol alberga un espíritu que le confiere una fuerza determinada, una energía que le da un poder genuino y exclusivo, según a la clase que pertenezca.
En ocasiones podemos buscar la fuerza del árbol para mitigar el dolor de una enfermedad, para superar las preocupaciones o simplemente para conseguir alcanzar nuestro propio equilibrio. Este intercambio energético no afecta negativamente al árbol, ya que este las transmite a la Madre Tierra y esta las transmuta completamente.
En las técnicas orientales, como el chi-kung, hay una postura que se llama “abrazar el árbol”. Esta posición estática alinea todos los huesos del modo más eficaz posible.

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sábado, 23 de julio de 2011

martes, 12 de julio de 2011

Opiniones. SOLEDAD

Teme a los hombres de un solo libro
                               Tomás de Aquino



Si estar con alguien             
implica la destrucción del yo,
entonces mejor estar solo.   
Walter Riso


Resulta difícil encontrar un alma
     ante la que desnudarse.         
   J.C. Onetti

No es lo mismo soledad que independencia.
Pero la soledad elegida y
 la independencia conquistada se acercan.  



    Ser adulto significa estar solo. 
       J.Rostand    

Uno siempre está solo.
pero a veces está más solo.
  Idea Vilariño


Salgo de casa para renovar
  mi apetito de soledad. 
  Lord Byron

 La soledad la sufren los que construyen   
 muros en lugar de puentes.
          Newton



      Las personas se miden
  por la soledad que soportan.
   Maruja Mallo

 Quien persigue eternidad
  recoge soledad.



    Cuando estoy solo   
 no quiero estar con cualquiera
     sino con alguien.


lunes, 11 de julio de 2011

mural desafortunado


hermanos de origen
distintos después
iguales aquí


Pacientes, ellas saben bien que las prisas no son buenas,que todo llega, esperando a la puerta  la ansiada Igualdad que solo el fin de la condición humana parece que pueda ofrecer.
-"Ahí lo pone bien claro"
Lo que reza el cartel es la demostración más palpable de la ausencia total de ideales de quien dirige los destinos de mi pueblo del alma hacia el abismo  de la decadencia desde hace ya tres décadas , aquel que ha convertido la más noble de las tareas en el más vil de los oficios.
A ese pueblo hace saber de forma tan explícita  y en lugar tan destacado que nunca seremos iguales en vida.
Solo la muerte a todos iguala.

"Y llegados, son iguales
los que viven de sus manos
y los ricos."

-"¿Y para eso tanta briega?" 
- "¿Ves,? Si ya te lo decía yo"
-"Dios, qué cansera tengo"
-"¿Quién es ese mozo?"
-"Por la pinta me s' hace el chico de Zequiel"

¡¡¡ Libertad, IGUALDAD, Fraterni​dad ,ya, aquí, ahora !!!
¡¡ Luego pa qué!!


-Buenas mozas, echaos fuera.
 Este no es  sitio para vosotras.

Si yo pudiera unirme a un vuelo de palomas
y atravesando lomas dejar mi pueblo atrás,
juro por lo que fui que me iría de aquí
pero los muertos están en cautiverio
y no me dejan salir del cementerio.

  Joan Manuel Serrat


sábado, 14 de mayo de 2011

cantueso

Historias y tradiciones:


En España el cantueso se ha utilizado como amuleto contra las tormentas. Con él se invocaba a Santa Bárbara, virgen y mártir de Heliópolis (siglo IV) ajusticiada por creer en la fe de Cristo. Es tradición que un rayo fulminó a su padre cuando regresaba a casa tras haber entregado a su hija al verdugo.

En catalán existe un dicho elocuente: «quemar una cabeza de cantueso saca el mal de casa», en alusión a las virtudes purificadoras del cantueso. Y es que en efecto se ha usado a menudo en las casas de campo con el fin de eliminar malos olores en estancias y habitaciones. Se asocia a mirra y hojas de laurel, olivo y eucalipto, y se quema con un carboncillo incandescente o alcohol. Una vez arde, se apaga la brasa y el humo purifica hasta los ambientes más enrarecidos.


En la Toscana se usaba contra el mal de ojo a los bebés.


En la región argelina de Kabilia las mujeres atribuyen a esta planta la propiedad de preservarlas de los malos tratos conyugales. Según recoge Ignacio Abella había un canto popular en el cual la invocaban así: “ Salud, oh lavanda, los hombres te han denominado amezzi; yo te llamo caïd vizir. Pido que mi marido no me pegue más, que no tenga poder alguno sobre mí ”.


Se cuenta que los persas la cultivaban y apreciaban mucho y creían que, mirando su flor, el ánimo se alegra y la tristeza se desvanece.


Ambientador natural:

Aquí os dejo imágenes de mis botellitas aromáticas de cantueso hechas con un puñado de flores, aguja e hilos de colores que perfuman el cuarto de baño y los armarios con un suave y agradable olor que dura varios meses. Es también un repelente de insectos (polillas, mosquitos, moscas), que no soportan su intenso aroma.
La esencia de esta planta está formada por cineol, borneol y alcanfor entre otras sustancias.








La flor del cantueso
 (cuento popular anónimo)


Había una vez un viudo que tenía una hija muy hermosa a la que adoraba. La quería tanto que, por evitarle un disgusto, no pensó nunca en volver a casarse para no tener que darle madrastra a su hija.


Muy cerca de la casa del viudo vivía una viuda con dos hijas. La viuda estaba deseando casarse de nuevo y había puesto sus ojos en el viudo, pero éste, fiel a su intención, nunca le dio pie para hablar del asunto. La viuda, que no pensaba en otra cosa, ideó un plan para atraerse a la hija con zalamerías y regalos y lo hizo con tal cuidado y habilidad que la muchacha no pudo por menos de acabar proponiendo a su padre el matrimonio con la vecina, pues ella, que era una buena hija, no deseaba que su padre permaneciera siempre solo por su causa.


De modo que se llevó a cabo la boda entre el viudo y la viuda y se fueron todos a vivir a la casa del primero; la vida transcurrió con gran contento de padres e hijas al principio, pero a los pocos meses, lo que parecía un paraíso se convirtió en un infierno. Las hijastras no sólo se tenían envidia entre sí sino que ambas juntas la tenían aún más de la hija del viudo, que no sólo era la más bonita sino también a la que todo el mundo apreciaba más; y la madrastra, que no podía soportarla, sólo se ocupaba de ella para reprenderla de continuo. Total, que entre todas le hicieron la vida imposible hasta tal punto que la muchacha tomó la determinación de irse a vivir con una tía suya que tenía alguna fama de bruja entre los vecinos del lugar.


Su padre, naturalmente, se llevó un gran disgusto, pero no protestó porque, aunque amara a su hija mucho más que a las otras, para no dar pie a envidias trataba siempre a las tres por igual; sin embargo, cada día iba a la casa de la tía para ver a su hija un rato.


El caso es que un día el viudo tuvo que ir a la feria de un lugar cercano y preguntó a las hijastras qué querían que les trajese y la mayor pidió un mantón bordado y la segunda un vestido de seda; pero cuando fue a la casa donde estaba su hija para preguntarle lo mismo, la hija le contestó que sólo quería un saquito de simiente de cantueso.


-¿Sólo eso? -dijo el padre-. Mira que a la feria acuden comerciantes de todas partes y hay toda clase de cosas donde elegir.
Pero ella insistió:
-No quiero nada más que lo que te he pedido, porque su tía le había dicho que así lo hiciera.
Así que el padre se fue a la feria y a cada una le trajo lo que le había pedido.
La hija sembró en seguida la simiente en un tiesto que cuidó con esmero y, al poco tiempo, tuvo una magnífica planta de cantueso a punto de florecer.
Y todas las noches, a las doce en punto, ponía la maceta en su ventana y cantaba:


Hijo del rey, ven ya
que la flor del cantueso
florida está.


Y al momento acudía un pájaro que se revolcaba en la tierra de la maceta y se convertía en un muchacho muy guapo, entraba en la habitación, se sentaba junto a ella y pasaban la noche hablando hasta el amanecer; y al amanecer, él volvía a convertirse en pájaro y salía volando; pero al irse, siempre dejaba caer una bolsa con dinero. Esto sucedía noche tras noche, de manera que al poco tiempo las dos mujeres habían reunido ya mucho dinero y la tía compraba a la muchacha todas las cosas hermosas que ésta deseaba, con lo que pronto gastó fama de lujo en el lugar.


Naturalmente, poco tardó en llegar la fama a oídos de la madrastra que, envidiosa, se devanaba los sesos tratando de adivinar cómo era posible que dispusieran de tanto dinero para gastar.
Y le dijo a su hija mayor:
-Algo extraño debe de haber en casa de tu hermanastra, porque ella gasta mucho y su tía no tiene bienes para responder de tanto gasto; así que has de ir a visitarla y procura quedarte la noche en su casa para ver qué averiguas.
Así que la hija mayor hizo lo que le dijo su madre y se presentó en casa de su hermanastra; pero de día no vio nada y de noche se quedó dormida, con lo que tampoco se enteró de nada.
Entonces la madrastra mandó a la segunda de sus hijas con el mismo encargo y aquella misma tarde se fue a casa de su hermanastra y le dijo que, como la noche anterior se había quedado su hermana, pues esta noche venía ella a hacerle compañía porque, si no, no se veían nunca. Y la muchacha, que era de excelente carácter, acogió a su hermanastra como a la anterior y le dijo que se quedase con ella.
Conque estuvieron el día juntas y, cuando llegó la noche, se acostaron; esta vez la hija menor, prevenida por su madre, fingió dormirse pero tuvo buen cuidado de no hacerlo. Y la otra, creyéndola dormida, cuando dieron las doce sacó su planta de cantueso a la ventana y cantó:


Hijo del rey, ven ya
que la flor del cantueso
florida está.


Dicho lo cual, llegó el pájaro y, convertido en hombre, se sentó a su lado y estuvieron hablando toda la noche; y al amanecer se fue, dejando la bolsa con el dinero. Todo esto lo vio la hija menor y a la mañana siguiente volvió a su casa y se lo contó a su madre.
-¡Ajá! -dijo la madre-. Ya decía yo que de alguna parte había de salir ese gasto, que no de su tía. Pero pierda cuidado que ya se le va a acabar eso.
Y le encargó a la hija que fuera a ver a su hermanastra a la noche siguiente. Y le entregó unas cuchillas para que las enterrara en la tierra de la maceta del cantueso con el filo hacia arriba; total, que la hija se fue a ver a su hermanastra y le dijo:
-Esta mañana he echado de menos un pendiente y vengo a ver si lo he perdido por aquí.
La hermanastra le dijo que ni ella ni su tía lo habían visto, pero que entrase en la casa y mirase por donde quisiera por si lo podía encontrar. Y ella, aprovechando un descuido, metió las cuchillas en la maceta y después, sacando el pendiente que traía guardado en su bolsillo, dijo:
-Aquí está, que ya lo encontré -y se marchó a su casa y le contó a su madre que todo lo había hecho tal y como ella le dijo que hiciera.
Llegó la noche y así que dieron las doce sacó la muchacha su maceta a la ventana y cantó:


Hijo del rey, ven ya
que la flor del cantueso
florida está.


Apareció el pájaro y empezó a revolcarse como de costumbre en la tierra de la maceta; mas, apenas empezó a hacerlo, se llenó de heridas y ella oyó su voz que decía:
-¡Ay, infame, que me has herido! -y echó a volar.
La muchacha, aturdida, comenzó a llorar con tal desconsuelo que la planta se secó y perdió todas sus hojas y entonces vio las cuchillas que había puesto su hermanastra y, como estaban llenas de sangre, comprendió por qué el pájaro huyó diciendo aquello.
Al oír el llanto acudió su tía y, al saber por la muchacha lo que había sucedido, le dijo:
-No llores más. Vístete de médico, toma este frasco y ve a tal sitio, donde hay un palacio. Allí has de pedir que te dejen ver al príncipe, que está enfermo, y, apenas estés junto él, le untas las heridas con una pluma mojada en el bálsamo que llevas en el frasco.
Y cuando haya sanado, te retiras sin descubrirte y sin aceptar ningún pago.
Así lo hizo la muchacha. Se vistió de médico con unas ropas que le dio su tía y echó camino adelante y hubo de caminar durante días hasta dar con el palacio y pidió ver al rey para decirle que, habiendo sabido que el príncipe estaba muy enfermo, quería ver si podía curarlo con un bálsamo que traía consigo.
Conque la llevaron a presencia del príncipe, al que reconoció en seguida, que tenía el cuerpo todo lleno de cortaduras; y le lavó las heridas y luego se las untó con una pluma mojada en el bálsamo.
Así lo hizo el primer día y el segundo y al tercero el príncipe mejoró tanto que ya se puso en pie y dijo que se encontraba sano. Entonces el médico dijo que ya debía irse, puesto que el príncipe estaba curado, pero los reyes trataron de retenerlo y, al ver que no era posible, le ofrecieron muchos regalos, que también el médico rehusó. Y sólo le dijo al príncipe, antes de marcharse:
-¡Acuérdate de quién te curó!
Así que la muchacha se fue a su casa y se quitó las ropas de médico que le había dado su tía y cuando se fue a ver la maceta descubrió que el cantueso había vuelto a florecer y estaba muy hermoso. Y esa misma noche, al dar las doce, llevó la maceta a la ventana y cantó:


Hijo del rey, ven ya
que la flor del cantueso
florida está.


Y apareció el príncipe, con una espada en la mano, entró en la habitación y le dijo a la muchacha:
-¡Infame! Prepárate a morir.
Entonces la muchacha le dijo:
-¡Acuérdate de quién te curó!
Al oír esto, el príncipe reconoció quién era su médico, tiró la espada a un lado y abrazó a la muchacha.
Luego el príncipe quiso saber quién había puesto en la tierra las cuchillas que le habían herido y la muchacha le contó lo que había sucedido. Entonces el príncipe le dijo que, al curarle, le había librado del encantamiento que le convertía en pájaro y le propuso casarse con ella y se la llevó a su palacio, donde fueron felices. Y en cuanto a la madrastra y sus hijas, no sólo se morían de envidia sino que aún se odiaron más entre ellas, con lo que su casa acabó siendo un infierno.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.


lunes, 2 de mayo de 2011

Emily Dickinson


To make a prairie it takes
 a clover and one bee,
One clover, and a bee,
and revery.

The revery alone will do,
if bees are few.

Emily Dickinson (1830-1886)




domingo, 1 de mayo de 2011

mujer malsana


Pensando en una mujer malsana
 
¡Piernas redondas, culebras blancas,
bajo la seda gris de la falda!
Os enroscáis, crudas y blandas,
en frías fiebres de olas malsanas.
Sois un redondo montón de ansias,
sirenas verdes de sangre pálida.
¡Oh, piernas frías, carne de agua,
muslos marinos llenos de algas...!
¡Piernas de lago, culebras blancas
bajo la seda gris de la falda!

Poema inédito de Juan Ramón Jiménez . Arte Menor (Ediciones Linteo)



sábado, 30 de abril de 2011

Ernesto Sabato

emotivo homenaje al último clásico de las letras argentinas



«La vida es tan corta
y el oficio de vivir tan difícil,
 que cuando uno empieza a aprenderlo,
ya hay que morirse».






Bruno:


—Sí, Alejandra es un ser complicado. Y tan distinta a la madre. En realidad es una tontería esperar que los hijos se parezcan a sus padres. Y acaso tengan razón los budistas, y entonces ¿cómo saber quién va a encarnarse en el cuerpo de nuestros hijos?


Como si recitara una broma, dijo:


Tal vez a nuestra muerte el alma emigra:
a una hormiga,
a un árbol,
a un tigre de Bengala;
mientras nuestro cuerpo se disgrega
entre gusanos
y se filtra en la tierra sin memoria,
para ascender luego por los tallos y las hojas,
y convertirse en heliotropo o yuyo,
y después en alimento del ganado,
y así en sangre anónima y zoológica,
en esqueleto,
en excremento.
Tal vez le toque un destino más horrendo
en el cuerpo de un niño
que un día hará poemas o novelas,
y que en sus oscuras angustias
(sin saberlo)
purgará sus antiguos pecados
de guerrero o criminal,
o revivirá pavores,
el temor de una gacela,
la asquerosa fealdad de comadreja,
su turbia condición de feto, cíclope o lagarto,
su fama de prostituta o pitonisa,
sus remotas soledades,
sus olvidadas cobardías y traiciones.


Martín lo oyó perplejo: por una parte parecía que Bruno recitaba en broma, por otra sentía que de algún modo aquel poema expresaba seriamente lo que pensaba de la existencia: sus vacilaciones, sus dudas.


Sobre héroes y tumbas.
Ernesto Sabato (24/6/1911 - 30/4/2011)

lunes, 10 de enero de 2011

primo


Primo,
Tú , que siempre te acordabas de mí.
Yo, que nunca me olvidaré de tí.

Atracaste al fin el dolor de tu cuerpo.
Que agotado ya de tanta briega
descanso encuentra en tranquilo puerto.

Tras la estela de todos los abrazos
zarpa tu alma,
Iza las velas al viento envueltas
con dulce aroma de miel de encinas
y rota la calma de tantas siestas.

Mordió la luna rabiosa
al sol del alba
anunciando tu partida.

Te vas pero nos dejas
con la paz de tu sonrisa
blanco pañuelo
que serena el duelo.

¡qué lejos va quedando el mar!
Primo...

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